6. Futuro

Ahora más que nunca, el futuro es verde

“Europa y España están apostando por el desarrollo de una economía verde, que será crucial tanto para alcanzar los objetivos de lucha contra el cambio climático como para consolidar un modelo productivo basado en una economía circular y sostenible que repercuta en el bienestar de sus ciudadanos”

El medio ambiente como apuesta de futuro de Europa

El Acuerdo de París  y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas pusieron los cimientos de la transformación del modelo económico actual, y marcaron el camino a seguir hacia unas metas apremiantes para alcanzar un futuro sostenible haciendo frente a la crisis climática.

La puesta en marcha del Pacto Verde Europeo o Green Deal será sin duda uno de los elementos centrales sobre los que pivotará la recuperación económica y social de toda Europa, espoleado por los fondos Next Generation EU. No hay marcha atrás en los objetivos de descarbonización, si bien todavía se están formulando las vías para alcanzarlos.

El Pacto Verde plantea una estrategia de crecimiento a fin de transformar la Unión Europea en una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, con la meta de que en 2050 hayan dejado de producirse emisiones netas de gases de efecto invernadero, disociando el crecimiento de la economía del uso de recursos, y sin dejar a nadie atrás en este desarrollo.

Con esta finalidad, la Comisión Europea ha impulsado un Plan de Acción para la Economía Circular por una Europa más limpia y más competitiva, que contempla un paquete de medidas destinado a la prevención de la generación de residuos y que influirán en las medidas de gestión y control en aras de fomentar la circularidad y una Europa más limpia y más competitiva.

Asimismo, la Unión Europea blindará a través de una Ley Europea del Clima sus metas y objetivos de recorte de emisiones. La norma, la primera de este tipo con la que contará Europa, tendrá como objetivo general alcanzar la neutralidad climática en 2050, es decir, que solo se puedan emitir los gases de efecto invernadero que se puedan absorber por parte de los sumideros, como por ejemplo los bosques y otros ecosistemas vegetales.

En línea con estas iniciativas, el Parlamento Europeo ha reclamado también la adopción urgente de normas vinculantes en toda la Unión Europea para asegurar que las compañías son responsables y objeto de sanción cuando provoquen un daño, o contribuyan a provocarlo, a los derechos humanos, el medio ambiente o la gobernanza.

No cabe duda de que el empleo verde será uno de los grandes pilares de la recuperación, con un protagonismo creciente de la reutilización. Según un informe realizado por RREUSE, red internacional que representa a las empresas sociales activas en la economía circular, el número de puestos de trabajo vinculados a la economía circular en la Unión Europea creció un 5% entre 2012 y 2018.

El estudio indica que las empresas sociales con actividades orientadas a la reutilización crean en promedio 70 puestos de trabajo por cada 1.000 toneladas de material recogido. En cuanto a las actividades centradas en la reutilización de productos eléctricos y electrónicos esta cifra asciende hasta los 140 puestos de trabajo por cada 1.000 toneladas recolectadas.

Importante evolución normativa a nivel nacional

En sintonía con este enfoque europeo, en España se han desarrollado los principios de la Estrategia Española de Economía Circular, que sienta las bases para superar la economía lineal e impulsar un nuevo modelo de producción y consumo en el que el valor de productos, materiales y recursos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible.

Esta estrategia marca objetivos que permitirán reducir en un 30% el consumo nacional de materiales y recortar un 15% la generación de residuos respecto a 2010 a lo largo de esta década.

En el ámbito de la gestión de los RAEE, destaca la reciente entrada en vigor del Real Decreto 27/2021 que ha modificado tanto el anterior Real Decreto 110/2015 sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos como el Real Decreto 106/2008 sobre pilas y acumuladores, y que ha introducido algunas novedades en la gestión de RAEE.

Entre otras modificaciones, cabe señalar la promoción del uso de incentivos para la aplicación del principio de jerarquía de residuos y fomento de la reutilización, la clarificación del papel de los productores en cuanto a su responsabilidad, la adaptación de los sistemas individuales de Responsabilidad Ampliada del Productor, o la actualización de las cuantías de las garantías financieras de los Sistemas de Responsabilidad Ampliada.

Por otra parte, el anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, en proceso de tramitación, revisa la actual normativa para cumplir con los nuevos objetivos establecidos en las directivas europeas del Paquete de Economía Circular impulsado por la Unión Europea en 2018.

El anteproyecto incluye nuevas definiciones y la revisión del ámbito de aplicación, estableciendo objetivos de reducción de la generación de residuos para el medio y largo plazo, reforzando la jerarquía de residuos e incorporando objetivos de preparación para la reutilización y el reciclaje.

Y, por último, cabe mencionar el nuevo Real Decreto 553/2020 sobre el traslado de residuos en el interior del territorio del Estado, que tiene como objetivo la plena coherencia con el Reglamento comunitario y la finalidad de mejorar la trazabilidad de los traslados desde el lugar de origen del residuo hasta el destino final, asegurando un correcto tratamiento de este.

Nuestro compromiso por un futuro sostenible

El desarrollo de la economía verde abre pues una ventana de oportunidad a la recuperación económica y social. Un reciente estudio realizado por MAPFRE y la Cámara de Comercio indica que actualmente el 2% del empleo en España está vinculado con un modelo de producción y consumo de economía circular, una cifra por encima de la media europea.

El informe estima que, dependiendo de la inversión y la evolución normativa, se podrían generar para 2030 en nuestro país hasta 160.000 empleos ligados al aumento del reciclaje, la reutilización, la restitución de productos para su finalidad de venta como nuevos y el incremento en la automatización de los procesos.

En Ecotic mantendremos nuestro compromiso con el desarrollo del sector de la recuperación, el reciclaje y la reutilización de los RAEE, trabajando para su consolidación como elemento estratégico de presente y futuro para la sostenibilidad ambiental y económica en nuestro país y en toda Europa.

Para ello, apostaremos por impulsar iniciativas que aglutinen esfuerzos y valores compartidos, a fin de avanzar en la consecución de Objetivos de Desarrollo Sostenible como las alianzas para alcanzar objetivos, la acción por el clima, la producción y el consumo responsables, y la reducción de las desigualdades, siempre con el espíritu de colaboración y solidaridad que forma parte de nuestro ADN.

En cuanto a la evolución normativa que regula el sector del reciclaje electrónico, si bien se están haciendo avances que introducen sustanciales mejoras, consideramos que sigue sin abordar la necesidad de evolucionar hacia un sistema abierto, que haga extensiva la responsabilidad de la gestión de los RAEE a toda la cadena de valor de los aparatos, desde las administraciones competentes hasta los propios consumidores.

El actual modelo hace recaer toda la responsabilidad de la recogida en los productores y los Sistemas de Responsabilidad Ampliada, pero no resulta posible gestionar un residuo al que no podemos acceder, por lo que no es factible alcanzar los objetivos establecidos sin introducir cambios sustanciales en el enfoque del problema.

Desde Ecotic seguiremos abogando, tanto en España como en Europa a través de nuestra participación en WEEE Forum, para que el desarrollo normativo que regula la gestión de los RAEE adopte un enfoque práctico y adaptado a la realidad de la gestión de RAEE, y que extienda la responsabilidad de su consecución a todos los actores.

Administraciones, productores, distribuidores, instaladores y los propios consumidores debemos asumir nuestro papel activo para que el reciclaje electrónico pueda avanzar del modo necesario para impulsar una verdadera economía circular.

Estamos convencidos de que estos primeros 15 años han sido solo el comienzo de una imparable transformación en aras de la sostenibilidad de la que dependerán el bienestar económico y social de todo el continente y el futuro mismo de nuestro planeta. Y en lograr este objetivo, pondremos todo nuestro empeño.